sábado, 30 de mayo de 2009

REALIDAD UNIVERSITARIA


Realidad Universitaria


Analizando la vida universitaria cajamarquina, el Ing. Luís G. León Vizconde menciona en su artículo del día 25 de mayo la problemática en la que tiene que vivir la Universidad Nacional de Cajamarca, es preciso diciendo que la finalidad por la cual se creó, ahora pleno siglo XXI no se concretiza en la realidad; y la visión que tenían sus gestores, simplemente está en el olvido.
Por su parte, la Universidad Nacional de Trujillo no es ajena a este sub desarrollo académico que nos hiere el alma y nos hunde en la mediocridad de quedarnos con migajas de enseñanza que el profesor nos da, con indiferencia de ahondar nuestros conocimientos.
Tal vez sea éste el factor principal que nos lleva al declive universitario, pues nuestro desinterés estudiantil contribuye en porcentaje para que nuestra educación no sea de calidad. Sin embargo, no es factor principal, sino es proporcional a los que sustento a continuación.
El desinterés político universitario es quien nos hace pensar que nuestra educación está como está por el manejo nefasto de nuestras autoridades universitarias, no nos damos cuenta que también nosotros, mostrándonos ajenos a temas de gobierno universitario, formamos parte de la corrupción y mal manejo que éste realiza, ya que nuestros ojos lo observan, pero nuestro ser atina a mostrarse desinteresado, sin siquiera satirizar estos actos.
En la Universidad Nacional de Trujillo somos pocos a quienes nos interesa el manejo regular y efectivo de los recursos que posee, nos interesa porque somos el alumnado quienes le damos vida, de lo contrario nuestra universidad sólo sería un museo de aulas y profesores.
He ahí nuestro afán de ver a nuestra universidad emanar al siglo XXI, al mundo tecnológico y científico que desde hace mucho se dejó de cultivar.
Al otro extremo, y creemos que son más, habitan nuestra universidad compañeros que se bañan de pesimismo diciendo “…nuestra universidad nunca va a cambiar, la corrupción es un virus y hasta ahora no hay antídoto para extinguirlo”, por otro lado se hinchan el pecho diciendo “…No me interesa la política universitaria, la política es mala”, son muchos quienes pregonan estas frases frente o pocos que creemos que nuestra educación puede llegar a ser de calidad, siempre y cuando la unión general vuelque su mentalidad hacia una universidad científica y tecnológica dejando de lado el conformismo que camina de la mano con la ignorancia estudiantil de vivir la vida universitaria así como está sin hacer algo para cambiarlo, y hacer de ésta un éxito académico.
Nuestras autoridades universitarias por su parte hacen lo suyo, pero el “arduo trabajo” no es en beneficio estudiantil, sino para sí. ¿Será que no tienen espíritu de desarrollo para nuestra universidad que ahora les da de comer?, o ¿la concepción de desarrollo universitario para ellos tiene otro significado? (claro, equivocado).
Está próxima la elección para Asamblea Universitaria, Consejo Universitario y Consejos de Facultad, (órganos de gobierno de nuestra universidad), como se imaginarán el aire político está fuerte en nuestra Casa de Estudios. Los diferentes partidos estudiantiles hacen méritos para conseguir adeptos, tan bajo llegan que algunos contratan los servicios de grupos musicales para hacer obra política por ellos. Las preguntas que surgen inmediatamente son: ¿En la universidad de Harvard, la universidad de Sevilla sucede esto?, y la otra pregunta que yo y muchos nos hacemos: ¿de dónde sale el dinero para contratar estos grupos que están en boga popular y la publicidad de estos?, ya que son muy costosos y un estudiante común y corriente no creo que cuente con el dinero para estas festividades.
Como todo partido estudiantil tiene su líder y este líder no es precisamente un estudiante, sino un profesor que quiere llegar a ocupar un cargo, como la de ser rector por ejemplo y que necesita la ayuda de los partidos estudiantiles para lograr su objetivo. Es indignante revisar el historial de estos aspirantes al gobierno universitario ya que nos encontramos con un cúmulo de irregularidades en sus gestiones anteriores. Por lo tanto, son éstos también que contribuyen para que nuestra Casa de Estudios camine de mal en peor ya que su interés nos es pro estudiantil, sino propio.
El Estado Cumple su función a cabalidad, esta función no es precisamente mejorar nuestra educación universitaria, sino que sigue un lineamiento paulatino de privatizarla, las ordenes vienen de Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional y, “las ordenes se cumplen, no se discuten”, aunque éstas tengan consecuencias funestas para nuestra sociedad.
En síntesis, se logra recopilar de este ensayo los factores que declinan nuestra educación universitaria: El desinterés estudiantil por el desarrollo de nuestra Alma Mater; nuestras autoridades universitarias que la gobiernan, que dicen “trabajar en beneficio del estudiante”, sin embargo su trabajo es en beneficio propio; el Estado que se muestra indiferente respecto a esta problemática y por el contrario cada año el presupuesto nos la mengua.
Si estos factores actuaran a favor del desarrollo universitario, nuestras universidades harían honor a su nombre, ya que no es sólo problemática de Cajamarca y Trujillo, sino es un problema de realidad nacional.

Autor: Chacón Amador, Franklin Fernando
Estudiante de Derecho y Ciencias Políticas de la
Universidad Nacional de Trujillo

(Amante del Éxito)